zymbolo

Retumban en mi mente las voces voraces, 

son los Señores del Parloteo, constantes.

Sinsentido de nociones, información sobrante, 
intentan quemar a fuego lento las ilusiones. 
Pero el símbolo en mi mano derecha, sublime, 
es mi recordatorio: enfoque.
Estoy despierto.

Miles, millones, eones de habladores 
vagan por los pasillos de mi mente.

Mi locura los divierte, y los convence de que estoy a sus órdenes,
y de que los llamaré por señores,
más yo me divierto, más yo los observo.

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