Feromonas de mujer, dulces. Feromonas de hombre, ácidas.
La emisión permanente, mantiene al olfato atento.
La sed se cura embriagándose.
Tengamos un festín agridulce,
llenemos nuestras bocas de placer y gusto asombroso.
Seamos animales en celo.
llenemos nuestras bocas de placer y gusto asombroso.
Seamos animales en celo.
Desgarremos las carnes y dejemos correr todo un río de fluidos divinos, sensuales.
Seamos inconscientes.
Seamos inconscientes.
Hay que rendirse.
Entregarse todos a todos,
guiados solo por los aromas tan penetrantes que son,
guiados solo por los aromas tan penetrantes que son,
nuestros perfumes naturales.
Categories:
poesia,
senoresdelparloteo
Publicar un comentario