En una conversación con mi alma,
ella me contó que necesitaba de mi,
toda la sinceridad brotando.
Me estimuló a creer que esto se puede,
si aprendo a discernir,
entre la gente de mierda:
la interesada, sin amor y manipuladora,
y la gente que tiene la motivación mas infernal
y arrasadora de todas:
la del amor sincero.
La gente que no se vende,
que está dispuesta a morir,
por ver un sueño colectivo realizado,
que tiene las más grandes de las esperanzas,
que tiene fuerza inagotable,
que sabe elegir sus influencias,
que no manchan su alma por dos con cincuenta.
En cambio el vividor, el descorazonado,
el dejado, sin sueños, egocéntrico,
machista,
contagiando depresiones,
el que se come todo a su alcance.
¡Pobre infeliz, qué camino lúgubre le espera!
Lleno de brillantina, de máscaras y risas falsas,
Lleno de rosas muertas.
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alma,
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